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martes, 21 de marzo de 2017

SER PERSONA

En mis 20 años como jugador de baloncesto en silla de ruedas y dos años como asistente técnico en la Selección Española absoluta masculina, el baloncesto en silla de ruedas ha cambiado muchísimo, como en cualquier otra disciplina deportiva o en el ámbito laboral. He pasado por todas las etapas como jugador amateur, semiprofesional y profesional donde he identificado algo que para mí es muy importante: SER PERSONA. La evolución en el baloncesto en silla de ruedas a nivel deportivo ha sido brutal pero también a nivel logístico, mediático, biomecánico…, sin embargo se ha dejado aparcado algo fundamental y es la educación deportiva; valores como humildad, respeto, equipo… Aunque parezca extraño con tanta evolución, se han quedado guardados en un cajón. Pues sí, es cierto y esto sucede porque se premia y alaba mucho más que el jugador juegue bien, anote puntos, su imagen física, su fuerza física y su velocidad con la silla de baloncesto aunque su comportamiento, reacciones y aspectos actitudinales sean negativos para el grupo. Es cierto que el jugador tiene que rendir en el juego pero esto no significa que sean robots con músculo. Los jugadores tienen emociones, tienen sus problemas personales, sus miedos… Por lo tanto es necesario que los responsables del equipo los escuchen para tener herramientas y lograr que esa persona esté en las mejores condiciones para el equipo. Y no me refiero a empatizar con todo, pero sí es importante conocer las circunstancias de cada uno. Desde el ser individual podemos llegar a ese “todo” y esto se traducirá en la cancha de una manera súper positiva para él mismo y para el equipo. La exigencia deportiva cada año es mayor y por lo tanto la exigencia del resto de circunstancias que rodean al deporte de alto rendimiento tiene que estar en la misma medida, o incluso más. Seguiremos tratando este tema, a mi me encanta. Abrazos equipo. Maki